Búlder atractivo con muchas formas variadas, desplomes, todo lo moldeable que un material como la madera nos permite.

Se habla de zonas de búlder cuando la altura no es superior a 3 metros y, por lo tanto, no es necesario ni el material de protección ni el uso de cuerdas. Basta con un pavimento blando o la colocación de colchonetas en la base de la estructura. El búlder es una disciplina de la escalada deportiva, pero también representa una excelente opción para la docencia y el entrenamiento.

Disponemos de distintos materiales para la construcción de rocódromos:

Hormigón gunitado

Diseñado para la belleza y el realismo, el hormigón proyectado es la elección cuando la estética es la máxima prioridad. Dicho material imita, con máximo realismo, la apariencia de granito, piedra arenisca o caliza. También permite crear bloques independientes, pináculos, grietas, aristas, arcos, voladizos, diedros y mucho más.

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Resina especial

Hecho de una mezcla especial de fibra de vidrio que da al producto un aspecto y una textura similares a la roca natural. Fabricamos estos productos en fábrica para luego transportarlos al destino y proceder a su correspondiente montaje. Una vez fabricado, con todo el relieve y formas, se procede a su montaje en la pared destino.

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Madera

Quizás el primer material utilizado en el mundo de la escalada, así como el más sencillo. Es el menos espectacular estéticamente, pero no obstante, por su buena calidad y precio es de uso común en la escalada. Por su rigidez, las posibilidades de actuación y de forma en los rocódromos son finitas, pero aún así se pueden construir rocódromos muy funcionales.

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